Encontré su foto y lo entendí todo.
Era esa dulce esquizofrenia,
la antipatía típica de la timidez
la calidez de su mirada, su pelo.
No la conocía pero ahora lo entiendo todo,
era parte de mí.
Mi imaginación alterada buscando la realidad,
el cálido temor por conocerte, tus lunas.
Tu sabor a sonrisa, tu olor a caricias,
ese desequilibrio de solo pensarte.
Recuerdo el futuro,
y como una vela que se acaba de fundir
me deslizo en mi memoria y sin estar,
te sueño.
Un saludo fugaz, un hasta pronto,
la despedida inesperada.
No lo entendí, pero ahora te conozco,
eres parte de mí.
Que bonita la imagen de la vela y la memoria.
ResponderEliminarSuenan reminiscencias de Wislawa...
L.M.P
Todo principio
ResponderEliminarno es mas que una continuación,
y el libro de los acontecimientos
se encuentra siempre abierto a la mitad.
Wislava