Hace tiempo, en la soledad de una casa llena de ausencias, acostumbraba a tener noches de insomnio donde el cansancio era infinito, pero la mente no se apagaba y los pensamientos se disparaban en un frenesí agotador. En esos momentos su mirada, su tacto, eran mi calma, mi sosiego y mi descanso.
Para este tema he contado con otro regalo inesperado y una de las alegrías que me ha dado esta experiencia: que uno de los cantautores con mayor permanencia en un ámbito tan cambiante y frágil como el de la industria musical, haya colaborado en mi disco. “Que tengas mucha suerte con tu mundo de leyenda”, me dijo Antonio de Pinto cuando me envió la pista que había grabado para cantar esta canción junto con Eva. Y para mí se cumplía eso que tan bien señala el en una de sus canciones artesanales: “Érase una vez que se era el cuento dentro del cuento, la vida real”
Como en otros tantos poemas, intenté mezclar mi realidad con la mitología. En esta ocasión aprovecho para contar algo acerca del mito al que hace referencia este poema: Todas las noches, Endimión dormía junto a la cueva que le servía de morada, contemplado a Selene, la diosa Luna, a quien amaba silenciosamente. Selene, desde la altura, sentía la misma fascinación por él, convirtiéndose en amantes durante el sueño de Endimión y concediéndole el privilegio de no envejecer mientras estuviese descansando junto a ella.
Desde el agradecimiento mas profundo a Antonio, es un honor presentar La Ternura del Viejo Cormorán en EL DESCANSO DE ENDIMIÓN con Eva Cámara y Antonio De Pinto en la voz, Marco Mantovani con flauta y Mónica Tranque en percusión.