Desafío los malos presagios,
me sublevo sobre la arena,
deslizándome en una fumarola de sufrimiento
y observo a Wala…
Una princesa perdida camino del himeneo
Victima de un invierno en fuego cruzado
Inerte,
mártir en la franja,
la soledad sobre la arena.
Repliego mi alas, muevo las agujas
Y calibro los tiempos, la memoria.
La redención de los débiles
Un rescate en un abrazo,
besos entre dunas de playa
La Amaltea de cormorán
-Wala sonríe-
Entre en tu blog y ha sido una grata sorpresa. Gracias por invitarme a leer estos trozos de vida. Un abrazo grande
ResponderEliminareres grande como persona,humilde y sencillo. Que la vida te recompense, por todas las cosas buenas que haces y no sabemos apreciar y que muy bien reflejas en tú blog.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me sacáis los colores.Para mi es un honor que os gusten mis textos, mis palabras, mis sentimientos.
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