Recuerdo tu mirada,
su brillo y vivacidad, su fortaleza y su calor,
-Los relámpagos en tus ojos-
Atalaya donde protegerme de los primeros miedos,
lugar donde ese pequeño cormorán
daba sus primeros aleteos en el mundo que nos ha tocado vivir.
Un mundo frágil, injusto, (ahora más)
donde los malos son peores y los buenos cada vez son menos.
Hoy, el tangram perdió su forma.
Descompuesto y roto
junto las piezas y encuentro tu rostro.
-Sonrío-
El agua de la clepsidra se congela.
El tiempo se para.
-Eres eterna-
Una luz más iluminará nuestra esfera celeste
-Es día de feria-
y el sextante me susurrará cómo encontrarte.
Siempre estarás a mi lado.
Noel te recordará…
descubrirá risas, navidades de bingo y casetas de juguetes.
Seguiré creciendo, cumpliendo mis sueños, poniendo velas en cada viaje.
Y escribiré para tí…
Te quiero abuela.
Es impresionante lo grandes que son los abuelos en nuestras vidas, y lo que se les echa de menos para siempre.
ResponderEliminarTus palabras están llenas de esa nostalgia que tenemos todos los que hemos perdido ese gran referente y apoyo en nuestras vidas ...
Me ha humedecido los ojillos recordando momento duros y poniendo sonrisas a momentos inolvidables.
Ahora toca mantener vivo ese sentimiento y saber que siempre estará contigo, a tu lado, sin descanso...