Niobe, vuela lejos del Ragnarok
y baña tus alas en las lagrimas de Popocatepetl .
Lagrimas incandescentes que inundan tu piel
mientras el ocaso congela el tiempo pasado.
Rompe con su luz tu coraza pétrea,
y desprende
las estelas doradas
que el alquimista compone para ti.
Sueños que
transportan los silencios perdidos
en la noche del Jaguar y descansan
en la zona abisal.
El invierno golpeó hercúleo y azotó mi vida sin piedad.
Mientras, temiendo otra onda de destrucción que rasgue mi alma
lanzo sollozos recordando a quienes ya no están:
-Ella-
“jodida y radiante”Eterna, que más puedo decir…
-Estoy orgulloso-
Temperos solitarios escoltan
tu sueño Iztaccíhuatl
e iluminan
“un sol de encendidos oros”
-El-
hechicero de la imagen, creador de realidades,
que perfilas las sombras en pinceladas de miel,
la miel del Yggdrasil.
A este lado una niña recuerda tu paleta de colores
cuando encuentra los trazos que dejaste a nuestro alrededor
-no estarán solos-